La Sagrada Familia modelo para todas las familias

Hoy se celebra la gran fiesta de la Sagrada Familia. En Madrid, nos hemos reunido más de un millón y medio de personas para manifestar al mundo que la familia es lo más importante. En directo, Benedicto XVI nos ha dicho: "Al contemplar el misterio del Hijo de Dios que vino al mundo rodeado del afecto de María y de José, invito a las familias cristianas a experimentar la presencia amorosa del Señor en sus vidas. Asimismo, les aliento a que, inspirándose en el amor de Cristo por los hombres, den testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia...Me dirijo de modo especial a los niños, para que quieran y recen por sus padres y hermanos".
¿Somos testigos ante el mundo de la belleza del amor humano?
Fijémonos en la Sagrada Familia, en San José, el hombre justo, trabajador, esposo, padre adoptivo, fiel. Junto a José, Santa María, en su silencio abierto a hacer el bien a todos, madre y esposa, esposa y madre del Niño Dios, y en él, de todos nosotros. En ese hogar, un Niño que se hace como todos, menos en el pecado, a nuestro alcance: el Niño Dios. Imaginemos la vida diaria de la Sagrada Familia, ¿mi familia es así?

¡FELIZ NAVIDAD!

¡Feliz Navidad!
"Preparaos con fervor para celebrar el misterio del nacimiento del Hijo de Dios, abrid vuestros corazones al Señor que ya llega, poniéndonos al servicio de todos, especialmente de los más necesitados." (Benedicto XVI)

¿Podemos conocer a Dios?

Comparto la respuesta que da la Biblia, en el libro de la Sabiduría capítulo 13:
"La ignorancia de Dios siempre manifiesta en los hombres una falla esencial. Todo lo que admiran por su valor no los llevó a conocer al Que Es. ¡Se quedaron con las obras y no reconocieron al Artesano! Consideraron como dioses que gobiernan el mundo tanto al fuego como al viento, a la brisa, al firmamento estrellado, al agua impetuosa o a las luminarias del cielo. Fascinados por tanta belleza, los consideraron como dioses, pero entonces, ¿no debieron haber sabido que su soberano es todavía más grande? Porque sólo son criaturas del que hace que aparezca toda esa belleza. Si estaban impresionados por su fuerza y su actividad, debieron haber comprendido que su Creador es más poderoso aún. Porque la grandeza y la belleza de las criaturas dan alguna idea del Que les dio el ser. ... si fueron capaces de escudriñar el universo, ¿cómo no descubrieron en primer lugar al que es su Dueño? "

Educación diferenciada: iguales pero diferentes

La educación diferenciada se perfila en el siglo XXI como un tipo de organización escolar con una demanda creciente por parte de las familias y con buenos resultados tanto académicos como para la convivencia. Es un tema tabú en el mundo educativo actual, sin embargo la educación diferenciada ha demostrado su eficacia para superar los estereotipos de género, para garantizar la igualdad de oportunidades y para luchar contra el fracaso escolar. Todos los estudios son concluyentes.
Los conocimientos actuales sobre antropología y neurobiología confirman la necesidad de tener en cuenta las diferencias de género en el proceso de aprendizaje, en la jornada "Cerebro y Educación", neurólogos y científicos de la talla del Dr. Liaño, Dr. Rubia, Dra Gudín, Dr. Morgado, Dr. Lemos, Dr. García Garrido, Dra Jutta Burggraf, y Dra María Calvo demostraron la realidad de las diferencias cerebrales entre hombre y mujer y sus implicaciones en la educación.
La educación diferenciada enriquece el panorama educativo al ofrecer a las familias una mayor diversidad de soluciones educativas. Imponer un modelo único es regresivo y empobrecedor, y limita drasticamente la libertad de los padres a elegir la mejor educación para sus hijos.
Ver video sobre educación diferenciada

Las Virtudes Cardinales (II) La Justicia

La justicia es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que le es debido. La justicia para con Dios es llamada "la virtud de la religión". Para con los hombres, la justicia dispone a respetar los derechos de cada uno y a establecer en la relaciones humanas la armonía que promueve la equidad respecto a las personas y al bien común.
El hombre justo no sólo se halla dispuesto para conceder a otro lo que a este le corresponde, sino que quiere dárselo y se alegra haciéndolo. Busca no sólo el derecho del prójimo sino también el bien común de la sociedad.
La educación en la justicia presupone la apertura de cada persona a la dimensión social de la vida humana, el reconocimiento y respeto por el prójimo, la valoración, acogida y respeto por los bienes del otro, el servicio desinteresado y el ofrecimiento de sus talentos para edificación común.
El colegio, la familia, deben ser lugares donde se viva la justicia con naturalidad y se antepongan las exigencias generales a los intereses particulares. La persona que tiene esta virtud, respeta y quiere las leyes de la sociedad en que vive como necesarias para el orden de la comunidad.

San Francisco de Asís modelo de jóvenes

"Donde hay caridad y sabiduría no hay temor ni ignorancia. Donde hay paciencia y humildad, no hay ira ni desasosiego. Donde hay pobreza con alegría no hay codicia ni avaricia." San Francisco de Asís
Fundador de la orden franciscana. Hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone, Francisco de Asís era un joven mundano de cierto renombre en su ciudad. En 1202 fue encarcelado por unos meses a causa de su participación en un altercado entre las ciudades de Asís y Perugia. Tras este lance, aquejado por una enfermedad e insatisfecho con el tipo de vida que llevaba, decidió entregarse al apostolado y servir a los pobres. En 1206 renunció públicamente a los bienes de su padre y vivió a partir de entonces como un ermitaño. San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor, vivió un amor apasionado a Jesús y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Además, con la colaboración de santa Clara, fundó la rama femenina de su orden, que recibió el nombre de clarisas. Su fogosidad juvenil, su amor apasionado a Jesús y Santa María, su riesgo valiente por el Evangelio, le colocan entre los mejores modelos de los jóvenes. Para más información leer su biografía y sus obras

San Jerónimo modelo de estudiante y educador

San Jerónimo (Jero = sagrado. Nomos = nombre) nació en Dalmacia (actual Croacia) en el año 342. Sus padres tenían buena posición económica, y así pudieron enviarlo a estudiar a Roma. En Roma estudió latín llegando a ser un gran latinista y muy buen conocedor del griego y de otros idiomas. Estuvo en el desierto, vuelto a la ciudad, el Papa San Dámaso, lo nombró su secretario, encargado de redactar las cartas que el Pontífice enviaba, y más tarde le encomendó hacer la traducción de la S. Biblia. Las traducciones de la Biblia que existían en ese tiempo tenían muchas imperfecciones de lenguaje y varias imprecisiones o traducciones no muy exactas. Jerónimo, que escribía con gran elegancia el latín, tradujo a este idioma toda la S. Biblia, y esa traducción llamada "Vulgata" (o traducción hecha para el pueblo o vulgo) fue la Biblia oficial para la Iglesia Católica durante 15 siglos. Únicamente en los últimos años ha sido reemplazada por traducciones más modernas y más exactas, como por ej. La Biblia de Jerusalén y otras. Sus últimos 35 años los pasó San Jerónimo en una gruta, junto a la Cueva de Belén. La Santa Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la S. Biblia. Por eso ha sido nombrado Patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras. El 30 de septiembre del año 420 entregó su alma a Dios para ir a recibir el premio de sus fatigas. Se acercaba ya a los 80 años. San Jerónimo es modelo de estudiante y de educador y nos recuerda que en la Sagrada Biblia podemos encontrar la respuesta a los interrogantes de la vida.

Conocerse a uno mismo

Para poder educar hay que conocerse a uno mismo. Nadie da lo que no tiene. En el Templo de Delfos aparecía el aforismo que a muchos filósofos hizo pensar: "Conócete a ti mismo". Tales de Mileto en el siglo VI a.C. dirá: "La cosa más difícil del mundo es conocerse a uno mismo". Conocerse a uno mismo es un primer e importante paso para lograr ser artífice de la propia vida. Para conocerse hay que observar el comportamiento propio y ajeno. Saber lo que realmente nos pasa y por qué nos pasa, y así comprender mejor a los demás. Conocerse bien no lleva a encerrarse en la propia subjetividad, sino a verse a uno mismo con toda la objetividad posible. Para ello hay que reflexionar valientemente sobre nuestros sentimientos, evitar el echar la culpa a los demás, o el decir: yo soy así, no puedo cambiar. Aceptarnos como somos, con nuestra historia y aceptar a los demás.
Y sobretodo procurar ver las cosas buenas de los demás, que siempre las hay, y aprender de ellas. Cuando veamos defectos en los demás, pensar si no hay esos mismos defectos en nuestra vida, y procurar corregirlos. En suma, sabernos amados de Dios capaces de amar.

¿Un agnóstico puede practicar la virtud?

La virtud es la disposición habitual y firme en hacer el bien. Distingamos entre virtudes naturales (honestidad, sinceridad, generosidad...) y teologales (FE, ESPERANZA, CARIDAD). Las virtudes teologales exigen la gracia especial de Dios, en este sentido una persona que no está en gracia no puede vivirlas, aunque pueda tenerlas como un "valor".
En cambio las virtudes naturales, pueden ser vividas por todos los hombres. Por su misma naturaleza, cualquier persona puede vivir virtuosamente, aun sin hacer una referencia directa a Dios. Aristóteles, con el sólo uso de su razón, fue capaz de llegar a descubrir el valor de la virtud y a explicar el camino para ser virtuoso: la educación.
En sentido pleno, no se entiende a la creatura sin su Creador, ni se puede hacer el bien sin la gracia de Dios.
Durante la Revolución Francesa, se quiso "obligar" a los ciudadanos a dar "valor" a "la religión laica de la diosa razón", y a vivir la "fe laica". El fracaso fue estrepitoso. Hoy en día me pregunto, si no está pasando algo parecido.

Las Virtudes Cardinales (I) La Prudencia

De todas las virtudes, hay cuatro que desempeñan un papel fundamental. Por eso se las llama ‘cardinales’; todas las demás se agrupan en torno a ellas. Estas son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
‘¿Amas la justicia? Las virtudes son el fruto de sus esfuerzos, pues ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza’ (Sb 8, 7). Bajo otros nombres, estas virtudes son alabadas en numerosos pasajes de la Escritura. La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. ‘El hombre cauto medita sus pasos’ (Pr 14, 15). ‘Sed sensatos y sobrios para daros a la oración’ (1 Pe 4, 7).
La prudencia es la ‘regla recta de la acción’, escribe santo Tomás (s. th. 2-2, 47, 2), siguiendo a Aristóteles. No se confunde ni con la timidez o el temor, ni con la doblez o la disimulación. Es llamada ‘auriga virtutum’: conduce las otras virtudes indicándoles regla y medida.
Es la prudencia quien guía directamente el juicio de conciencia. El hombre prudente decide y ordena su conducta según este juicio. Gracias a esta virtud aplicamos sin error los principios morales a los casos particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar.
En educación es fundamental la prudencia. El educador debe ser prudente y formar en la prudencia, que recordemos no es el "tener cuidado, no meterse en líos...". Al contrario, una persona prudente debe ser audaz, valiente para defender la Verdad y adherirse al Bien.
Para saber más leer el Catecismo de la Iglesia Católica

¿Educación para la Ciudadanía?

Por su interés reproducimos un extracto de la entrevista de la Revista Buenanueva a Don Juan Antonio Perteguer Muñoz, Director del Colegio Monte Tabor de Madrid (España) acerca de la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía (EPC).
BN - El Colegio Monte Tabor ha presentado objeción de conciencia ante la EPC, ¿qué habéis encontrado en esta asignatura que os ha llevado a tomar estas medidas? J.A. Perteguer - La LOE y en concreto la EPC, pretende apropiarse del derecho fundamental de los padres a educar a sus hijos de acuerdo a sus propias creencias y convicciones morales, y eso es algo que no podemos permitir.
BN -¿Quiénes objetan, los padres o los profesores? J.A. Perteguer - Los padres, son los que tienen el derecho fundamental a la educación de sus hijos, por ello la objeción de conciencia la han presentado los padres (más del 70%), y los alumnos mayores de dieciséis años (el 90 %). El claustro de profesores ha firmado un manifiesto a favor de la libertad de los padres, y la Dirección del centro manifiesta que hará todo lo posible para garantizar el derecho de los padres a la objeción de conciencia.
BN - ¿Se entromete la EPC en el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales? J.A. Perteguer - Totalmente. Tanto en la exposición preliminar, como en los procedimientos y estrategias de la EPC se incluye expresamente la formación moral de los alumnos al margen de la familia. A título de ejemplo, se insiste varias veces, en que el criterio ético y moral que deben seguir nuestros alumnos es el legal. Si la ley dice que el aborto es legal en determinadas circunstancias, pues es algo éticamente bueno en esas circunstancias. Si la ley actual dice que el matrimonio es la unión de un alguien con otro alguien por un tiempo más o menos corto, nuestros hijos deben aceptar como moralmente bueno esa realidad, aunque entre en clara contradicción con el derecho natural y con sus convicciones religiosas.
BN - ¿Es la Educación para la Ciudadanía un medio ideologizador de la infancia y por tanto manipulador de la sociedad naciente en la nueva generación?¿ por qué quieren manipular a la infancia? J.A. Perteguer - Así es. El objetivo claramente manifestado en la EPC es implantar una nueva ética, una nueva moral, para formar un nuevo “ciudadano”, que relegue lo religioso a la intimidad, y que actúe en sociedad de acuerdo a los “valores y prácticas democráticas”, donde la verdad y el bien las determinan los gobiernos de turno. El Cardenal Cañizares ha advertido que éste es el camino para el totalitarismo. Los políticos que han aprobado la LOE pretenden formar ciudadanos “acríticos” y dóciles al poder establecido.
BN - ¿Le parece que esta manera de imponer una ideología se puede considerar democracia y libertad? J.A. Perteguer - Juan Pablo II nos recordaba que la auténtica democracia debe estar subordinada a la Verdad y el Bien. Verdad y Bien, que emanan de Dios, y que se manifiestan en el derecho natural y en la conciencia bien formada de cada uno de nosotros. La LOE y la asignatura de Educación Para la Ciudadanía no respetan la libertad de los padres, y utilizando un lenguaje “democrático” esconden una ideología totalitaria. No está de más recordar que Hitler llegó al poder en Alemania de forma democrática y mediante esa democracia que no respetaba la Verdad y el Bien, impuso uno de los totalitarismos más feroces de la Historia, sólo superado por el Comunismo.
BN - EPC ataca fundamentalmente los valores cristianos, y es contraria a ellos en puntos fundamentales ¿Le parece que los valores cristianos, los cuales giran en torno al amor a todos los hombres son perjudiciales para la sociedad y para ser un buen ciudadano? J.A. Perteguer - Tanto amo Dios al mundo, que envió a su Hijo, Jesucristo, para salvarnos. Este amor cercano, apasionado de Dios a cada uno de nosotros, ha transformado la Historia. En Jesucristo hemos pasado de la ley del talión a la ley del Amor. Es absurdo pretender formar buenos ciudadanos al margen de Cristo. Son muy actuales las palabras de San Agustín al Emperador romano: “deja que la Iglesia forme buenos cristianos y tendrás buenos ciudadanos”.
Ver entrevista completa en Revista Buenanueva

Educar en la virtud

Santo Tomás dice que educar es "la promoción y conducción de la prole al estado perfecto del hombre en cuanto hombre, que es el estado de la virtud".
¿Qué es la virtud? Es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.
Esa es nuestra labor como padres, como educadores, educar en la virtud. Más adelante iremos viendo las distintas virtudes, y cómo trabajarlas. Ahora vamos a centrarnos en las diferentes deficiciones que se han dado de virtud:
La virtud es un hábito operativo bueno.

La virtud es una buena cualidad de la mente, por la que rectamente se vive, de la cual nadie hace mal uso, y que Dios produce en nosotros sin nosotros. (San Agustín)

  • La virtud es un hábito electivo, que consiste en un término medio, relativo a cada cual, determinado por la razón y que es aquel que elegiría el hombre prudente. (Aristóteles)

Y no olvidemos que no es uno virtuoso porque haga obras virtuosas, sino que hace obras virtuosas porque es virtuoso. Por todo lo anterior vemos, que si no educamos en la virtud, no educamos, quizás instruímos, amaestramos, socializamos, pero NO EDUCAMOS. Recomendamos leer "La Educación Cristiana" de Antonio Amado. Ed. Balmes

Educar en aceptar, suscitar y dar vida (P. Kentenich)

El P. Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, fue un gran pedagogo mariano. Una vez definió la educación de esta forma: "educar es aceptar, suscitar y dar vida".
Aceptar. Para educar el niño, el joven, debe sentirse aceptado y querido tal y como es, como Dios le ha hecho, con sus virtudes y defectos. Una persona que se siente aceptada y querida, se abre al educador, se deja guiar-conducir por el camino que lleva a la virtud. Lo contrario es intentar amaestrar niños.
Suscitar. La educación actual es muy pasiva, el alumno, el hijo, escucha, observa lo bien que lo saben los padres y profesores y poco más. Educar debe consistir en suscitar, provocar, motivar, el educando debe interesarse por lo que está aprendiendo, a fin de cuentas, él es el auténtico protagonista de su educación. En otro caso, lo que estamos haciendo es amaestrar y además aburrir.
Dar vida. Para cualquier ser humano, y especialmente para un cristiano, el crecer sin dar, el tener sin compartir en un fracaso personal. Educar debe incluir el sembrar vida, semillas de generosidad, que el educando crezca en la experiencia de compartir con el otro, de entrega a Dios y al prójimo. No podemos llamar educar, a ayudar a crecer en el egoísmo frío y triste.
Para educar tenemos un modelo perfecto, la Virgen María, la Madre o Mater como se le llama cariñósamente en Schoenstatt, Ella es el modelo perfecto de educadora, pero no un modelo lejano, pues es partícipe activa de nuestra labor como educadores y educandos.
Para saber más http://www.schoenstatt.es

Algunas recetas para educar bien

En educación NO hay recetas, cada niño es único e irrepetible, pero sí se pueden dar orientaciones para educar bien, para educar mejor (se admiten sugerencias, comentarios y preguntas).
- Acepta al niño y joven como es, con sus cualidades y defectos, y que se sienta aceptado y querido.
- Trátalo como quieres que sea.
- Presta atención a las acciones buenas de los hijos/alumnos y reconócelas, que lo noten. Solemos hacer al revés, las cosas buenas las damos por supuestas y las malas se las decimos a tiempo y a destiempo.
- Manten conversaciones frecuentes con los hijos/alumnos, con objetivos concretos de mejora personal.
-Fomenta las virtudes en los juegos y en los deportes.
- Los pequeños éxitos motivan el esfuerzo.
- La mayor parte de los problemas se pueden detectar antes de que llegue a serlo.
- Educa con Autoridad-Servicio. Autoridad al servicio del otro, procurar ser obedecidos libre y espontaneamente.
- Fórmate. Hoy en día es fundamental estar bien asesorado y formado, inscríbete en una Escuela de Familia, busca Orientación Familiar y Escolar.

El sinvergüenza de Agustín

A los que tienen hijos adolescentes, les animará leer esta biografía, y descubrir cómo el sinvergüenza de Agustín llegó a ser San Agustín, Doctor de la Iglesia.
El 13 de noviembre del año 354 nace Aurelio Agustín en Tagaste, norte de África. Patricio, su padre, desea que comience a estudiar cuanto antes. A su sufrida madre, Mónica, sin embargo, le interesa que conozca la fe cristiana y se sacrificó toda su vida por conseguirlo. Hasta los once años Agustín permanece en Tagaste y asiste a la escuela del pueblo. El escaso interés que demuestra por ir a la escuela y el temor al castigo se entrelazan con su forma de ser alegre. En estos años todos le consideran un niño revoltoso y travieso. -"No voy a ser menos que mis amigos"- piensa Agustín.
Sus problemas comienzan a los 15 años. Ha terminado la segunda etapa de estudios en Madaura y regresa a Tagaste. Patricio y Mónica desean que siga estudiando y con sus ahorros y la ayuda de un amigo rico del pueblo le envían a Cartago a terminar su preparación. Algo más alejado de sus padres -196 klms.- Agustín comienza a vivir y disfrutar. Sus preocupaciones son el teatro, los baños y el sexo, actúa como un sinvergüenza. Al cumplir los 17 años ya comparte su vida con una chica de su edad. Fruto de estas relaciones será su hijo Adeodato. No obstante, él espera colocarse pronto como profesor para estabilizar estas relaciones. Pero este mismo año, 371, muere su padre. Ante este acontecimiento el muchacho apasionado comienza a ser consciente del gran sacrificio que han realizado sus padres para que él se construya un futuro.
Muchos empiezan a considerarle "un joven prodigio" y entra en la secta de los Maniqueos. Aunque solo tiene 26 años, publica su primer libro. El año 383 Agustín decide ir a Roma. Busca alumnos más formales y también desea ganar más dinero. Pero, sobre todo, su aspiración es triunfar en la Capital del Imperio. Allí consigue abrir una escuela. Pero, al año siguiente marcha a Milán. Ha ganado por oposición y con alguna influencia de los Maniqueos, la cátedra de Retórica de esta ciudad. Mónica, su madre, va con él. Desea que su hijo se convierta al cristianismo. En Milán el "profesor africano" comienza a visitar asiduamente la Catedral atraído por la fama del Obispo Ambrosio que es un gran orador. Las palabras de Ambrosio y las oraciones de su madre, día tras día van resquebrajando su inquietud constante en busca de la verdad. Un día le dijo San Ambrosio a una Mónica atribulada: "Mónica, no hables tanto a Agustín de Dios, habla mejor a Dios de Agustín". Será una meditación constante, la paz de un jardín y unas palabras de la Biblia ("No en comilonas ni en borracheras... sino revestíos de Nuestro Señor Jesucristo" Rom 13, 13) quienes le den otro empujón, y éste ya definitivo para convertirse en un hombre nuevo. "Brilló en mí como una luz de serenidad", escribirá en sus Confesiones. Tiene 32 años. Su ideal va a ser a partir de ahora conocer a Dios para amarle. Al llegar la Pascua del año, 387, Agustín recibe el bautismo de manos de Ambrosio. En Ostia su madre -la mujer de su conversión- muere.
Llega a Tagaste. Lo primero que hace es repartir su herencia entre los necesitados y funda un monasterio donde va a convivir con los amigos que le han acompañado. Ahora su único plan de vida es la oración y la convivencia con los monjes. Sin embargo pronto pasará a ser el consejero de todo el pueblo. Recibirá cartas de Italia, España, Africa,... Todos desean recibir su consejo. Valerio le consagra obispo auxiliar por temor a que se lo lleven a otro lugar y Agustín comienza a llamarse "de Hipona". Un año después será obispo de la ciudad a los 42 años. El 28 de agosto del año 430. Agustín, rodeado de amigos, entrega su vida a su mejor Amigo: Dios. Muy recomendable leer Las Confesiones y las páginas de Los Agustinos (de dónde se ha extractado esta vida) y las de los Agustinos Recoletos.

Mi hijo me miente

¿Qué hacer cuando mi hijo, mi alumno me miente? Lo mejor es prevenir, es decir, educar en la sinceridad desde pequeños para que no recurran a las mentiras cuando sean mayores.
Pero, es que ya tiene catorce años y me miente, ¿qué hago?. Pensar en las causas, no para culpabilizarnos, sino para tomar las medidas adecuadas.
Así, si soy un padre o educador que manifiesta mucha desconfianza y se alarma mucho cuando me mienten, es probable que me mientan, y peor todavía que cuando el niño, el joven, desee contarme la verdad, no se atreva por miedo a la que se va a armar.
Tenemos que manifestar confianza a nuestros hijos, alumnos, aunque nos parezca que no se lo merecen. Y actuar de tal forma, que el niño, el joven, sepa que me diga lo que me diga no me voy a escandalizar (al menos externamente) y que voy a acoger con apertura y cariño sus confidencias.
Para saber más, animo a ver estos videos de EWTN-IEEE: Educar en la Verdad (I) Educar en la Verdad (II) Educar en la Verdad (III)

San José de Calasanz (1557-1648)

El 25 de agosto la Iglesia celebra a este gran santo aragonés. Consagrado sacerdote se trasladó a Roma donde se dedicó a la instrucción de niños pobres y fundó la orden de "Las Escuelas Pías". Sufrió duras pruebas, entre otras las calumnias de los mentirosos. Desarrolló un importante sistema pedagógico que podríamos resumir así:
  • Todo camino espiritual se inicia por el propio conocimiento y continúa con el proceso de identificación con Cristo, obra del Espíritu, mediante la creación y la entrega personal.
  • La identidad del educador calasancio es ser Cooperador de la Verdad , o sea, vivir y servir simultáneamente a Cristo en la misión, siguiendo el modelo de María educadora.
  • Del ministerio escolapio depende la felicidad futura de cada educando y la reforma de la sociedad.
  • La educación impartida ha de ser completa, integrando las letras y ciencias con la doctrina y piedad cristianas, siendo ésta última prioritaria. En el ministerio educativo hay que atender principalmente a los pobres y a los niños desde los primeros años.
  • La enseñanza ha de preparar para la vida, incluyendo humanidades pero también ciencias o matemáticas y habilidades prácticas (caligrafía, música...).
  • El método didáctico ha de ser breve, sencillo y eficaz para que los niños aprendan en poco tiempo. La escuela debe ser graduada y ha de constar, al menos, de cuatro grados en la enseñanza elemental y de otros cuatro para las humanidades y ciencias. Cada alumno pasa individualmente al grado superior cuando esté preparado para ello.
  • Todas las escuelas pías tienen un plan educativo común. Pero cada una de ellas tendrá las estructuras educativas adecuadas, según las circunstancias, y un reglamento propio que determinará las funciones diversas y las obligaciones de los alumnos, maestros, directivos, padres de familia, autoridades civiles, etc

Para saber más http://www.calasanz.org / http://www.educacionvirtual.eu

Educar Hoy ... es diferente

Muchas veces pensamos si educar hoy es más difícil que antes, ¿por qué tanto fracaso en la educación? Y empezamos a echar la culpa a los padres, a los colegios, a la sociedad.... Es cierto que el mundo actual ha cambiado mucho: globalizacíon, tecnología, medios de comunicación... pero también se han aumentado mucho los conocimientos sobre educación. Antes bastaba autoridad, cariño y sentido común para educar razonablemente bien, hoy en día es diferente. Es fundamental que nos formemos, nos preparemos con los últimos avances para poder educar bien en la familia y en la escuela, a los niños y jóvenes del siglo XXI.

Bienvenida

Bienvenidos al blog de la Escuela de Familia del Instituto Santo Tomás de Educación y Familia (ISTEF)
en él encontrarás muchos artículos e ideas para una mejor educación y convivencia en la familia.